Este martes me enteré que asesinaron a otras dos hermanas
menores de edad una de 12 años y otra de 15 años. El domingo mataron a un joven
aficionado de futbol por llevar una camisa blanca. El viernes pasado mataron a
una señora y su hija de 9 meses. ¿Cuándo va a parar esto? Vivimos en una
sociedad enferma y suicida en donde ya no queremos saber lo que sucede; por
autodefensa emocional o por cobardía social.
También este martes me entero que la comisión de postulación
decide dar el mayor punteo a alguien que no tiene ninguna experiencia en
procesos penales, de investigación criminal o algo que se relaciones con lo
delictivo, todo porque esa es la candidata del presidente y a como de lugar
tiene que ser nominada. Eso si, se excluye a la Dra. Paz y Paz, sin ninguna
justificación. Espero que esos señores sean capaces de dar explicaciones de sus
criterios y decisiones.
En fin los puestos claves de la justicia los seguimos
perdiendo con la consolidación de los poderes paralelos criollos. El nuevo
Tribunal Supremo Electoral nada hace contra la campaña adelantada que agobia a
la población. No pasa nada. La nueva o nuevo fiscal se cuadrará ante el general
y los muertos inocentes seguirán apareciendo como reprís de una verdadera
película de horror y la sociedad guatemalteca seguirá aguantando hasta que sea
demasiado tarde.
Cuando ya es demasiado para enderezar el camino de una forma
pacifica, la historia demuestra que para solucionar este tipo de problemas se
derrama aun más sangre, más huérfanos, más viudas, más viudos, más padres
enterando a sus hijos.
La única notica agradable fue enterrarme que un compañero de
promoción del colegio intentará ser el primer guatemalteco en ir a la Luna. Eso
si me da envidia, salir aunque sea a la Luna a “respirar” aire, no importa que
sea en tanque de oxigeno, será mejor que respirar el aire putrefacto a muerte,
sangre y desesperanza que aquí respiramos.
Guatemala merece algo mejor. Me rompo la cabeza para
entender lo inentendible, poder explicar lo que sucede, poder comprender por
que pasa las cosas que aquí ocurren y la verdad es que no hay razón. La única
respuesta es la sin razón. La orgia de violencia que vive el país no puede
justificarse, explicarse, entenderse.
Alguien una vez me explico que la maldad era la ausencia
absoluta de Dios. Que Dios era luz por tanto la ausencia de Dios era la
absoluta obscuridad. Siento que esta sociedad esta sumida en la más absoluta
obscuridad y las consecuencias de esto son catastróficas, suicidas y
autodestructivas ¿Hasta cuando Guatemala? ¿Hasta cuando?