miércoles, 29 de enero de 2014

EL OCASO DEL PODER DEL CACIF


Nunca he creído que el CACIF ejercía un poder feudal sobre “la finca” de Guatemala, como he leído a muchas personas manifestar en sin fin de columnas y discursos.  Es innegable la influencia que tuvo CACIF en muchas decisiones que se tomaron a nivel de gobierno con el fin de salvaguardar sus intereses.   Sin embargo,  el  CACIF, fue  creado para proteger los intereses de sus agremiados.  Igual que Joel vela por los maestros.

Mucha gente no reconoce, que el “poder” que ostentó el CACIF, ha disminuido de forma significativa. Muchos siguen pensando que aún lo tienen. Lo aquí afirmado no significa que el CACIF no tenga un grado de influencia en estos tiempos, pero es realmente marginal comparado al que antes tenía.

¿Quién ha substituido ese poder de influencia?   Pues es claro que el crimen organizado o poderes paralelos.  El columnista Mario Fuentes Destarac define a este grupo como la cleptocracia.    Dicha  cleptocracia controla las instituciones del Estado en el Ejecutivo,  Legislativo y Judicial.    Estos órganos del Estado se encuentran secuestrados por ellos y año con año consolidan su influencia y poder, manejando redes interinstitucionales, comprando a la clase política a su antojo,  para poder seguir robando y dilapidando cada centavo que puedan. Garantizan la impunidad infiltrando a miembros de sus redes en puestos a todo nivel en el sector justicia.

Los hechos matemáticos son ineludibles.   El Estado recaudo 46 millardos de quetzales el año pasado.   La propia vicepresidente reconoce que de los 46 millardos se pierde al año más de 15 millardos en corrupción, dejando al Estado de Guatemala 31 Millardos netos. Si a esto sumamos lo que la Comisión Nacional para la Prevención y Combate de la Defraudación Aduanera y el Contrabando (Conacon) calcula que la defraudación aduanera no es menos de Q12.4 millardos obtenemos cifras exorbitantes.

Este dinero permite a la cleptocracia controlar hoy por hoy el país y obtienen en bruto casi lo que el propio Estado recauda anualmente. Esto sin tomar en cuenta otros formas criminales de obtener dinero como drogas, la trata de personas, etc.

El CACIF no puede competir contra ese capital.    Ellos no tiene la capacidad financiera para patrocinar las campañas políticas como lo hacen los Cleptocratas.  Al fin de al cabo, el financiamiento de políticos y comisiones, es de las pocas inversiones que el Cleptocrata necesita para poder garantizar el flujo proveniente de robo sistemático al Estado.

Esto “hoyo” presupuestario crea un ausencia del Estado en las áreas más necesitadas  del país, lo que provoca que ese vació sea llenado por ONG’s que no simpatizan con el sistema capitalista, por ende no simpatizan con el CACIF.

Esto se convierte en cuchillo de doble filo para el CACIF.  Los inversionistas tienen que aportar mucho capital a las comunidades necesitadas para lograr hacer los proyectos hidroeléctricos, mineros o de agroindustria que desean; pues el Estado ausente por corrupción no atiende las necesidades mínimas de la población. Para el colmo las ONG’s le echan la culpa de la miseria de la población al CACIF, porque no pagan impuestos suficientes y bajo esa influencia, la población de las comunidades ve con mucha desconfianza al inversionista (CACIF).

La cleptocracia  es como un síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) para el Estado y la Nación ya que se autodestruye. Infecta, controla y neutralizar todas las instituciones de autodefensa del propio Estado, como el virus destruye el sistema inmunológico del cuerpo. Cleptocracia, como la venezolana,  es el modelo del socialismo del siglo XXI Latinoamericano.

La posibilidad que en Guatemala quede un cleptocrata tipo Hugo Chávez que se quiera robar todo, no es lejana, usará al CAFIF como chivos expiatorios y expropiará todo. Sorprendentemente el CACIF se encuentra muy distraído  y dividido ante la amenaza en que se encuentra el sistema que da sustento a la “libre empresa”.

jueves, 23 de enero de 2014

“EL PROBLEMA NO ES LA RECAUDACIÓN ES LA CALIDAD DEL GASTO”


El día de ayer fue noticia el reporte del Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) sobre la carga tributaria de la región. Una publicación de internet presenta la noticia de esta forma: “Guatemala toca fondo en recaudación tributaria”, la que va acompañada de una fotografía de un ejecutivo tapándose la cara y la nota empieza así: “La Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Cepal, presentó su informe acerca del comportamiento fiscal en 18 países de la región, donde Guatemala quedó en el último lugar.”

Nos hacen creer que la carga tributaria de Guatemala por ser tan baja es una tragedia. Cuando la verdadera tragedia es la calidad del gasto. Si se triplicara la recaudación tributaria en Guatemala en los próximos diez años, pregunto ¿Cree ud. que las cosas mejorarían y tendríamos un mejor país?

Yo estoy seguro que no, pues tengo un ejemplo clarísimo de eso. Según un amigo que trabajó en el IGSS, esa institución triplicó sus ingresos de tres mil millones a once mil millones de quetzales.  Pregunto ¿Han mejorado los servicios del IGGS en los últimos diez años? ¿Los pacientes son atendidos con mayor fluidez? ¿La calidad en los hospitales del IGSS es mejor?

Todos sabemos cual es la respuesta ha esas preguntas. Si ud. tiene la tragedia de tener una enfermedad seria, deberá llegar al IGSS acompañado de su abogado con un amparo redactado, para que no lo llevan a la sección de placebos y lo dejen morir.

¿A dónde ha ido a parar todo ese dinero? Pues a muchas partes, asumo que principalmente a las aspirinas de Q 500 cada una, a la remodelaciones de las oficinas, a las pensiones vitalicias de los altos funcionarios etc. Pero no a donde debería parar, que es al mejor servicio del usuario.

Si se aumenta la carga tributaria en el país, los que pagan impuestos directos, tendrán menos dinero. ¿A cambio de que?  A cambio de darle más plata a Joviel Acevedo y sus secuaces, para que mantengan un nivel de educación miserable en el país.

Mejor démosle el dinero al Organismo Judicial para que mejoren la justicia en Guatemala o al MP para que mejore las investigaciones o ¿a quien? Guatemala tiene tantos problemas que con tirar dinero, no se va a solucionar nada.

Los políticos en este país pasan décadas para ser electos con el fin de llegar a la guayaba para convertirse en los nuevos ricos del país. Ese es su objetivo real detrás de toda esa propaganda, ser nuevos ricos.

La propia vicepresidencia afirmó que Q 15,000,000,000 de quetzales se perdían por la corrupción anualmente, si el año pasado se recaudaron Q 46,000,000,000 significa que se roban una tercera parte de la recaudación y eso es sin entrar a ver el desperdicio e ineficiencia del gasto.

No, Guatemala no necesita por ahora mejorar su recaudación tributaria. Necesitamos refundar al Estado, necesitamos refundarnos a nosotros mismos y preguntarnos qué se quiere de esta nación. Necesitamos, después de saber qué queremos ser como nación, un pacto fiscal que pueda ser auditable por cualquier persona en la sociedad civil.

Necesitamos un sistema de justicia, que responda únicamente a la justica y no a intereses mezquinos de grupúsculos de poder que, como sanguijuelas, chupan la sangre de un raquítico Estado, que no puede cumplir con las más mínimas de sus funciones constitucionales.

Como quisiera que el CEPAL a la par de su reporte sobre la carga tributaria en la región, nos indicara el nivel de eficiencia en el gasto publico. De esa cuenta podríamos decir si Guatemala está en el ultimo lugar de la carga tributaria en Latinoamérica o no.  

miércoles, 15 de enero de 2014

“LA CORRUPCIÓN NO SE HACE A ESCONDIDAS”


En una entrevista concedida a este diario, para analizar los dos años de su gestión, el Presidente de la República manifestó que “se esconde la corrupción, la manejan a escondidas, bajo la mesa, atrás, no en las oficinas, pero nosotros vamos seguir haciendo el mejor esfuerzo para combatirla”. Con todo respeto Señor Presidente no puedo estar de acuerdo con lo que usted. indica.

La corrupción vive en las oficinas estatales, en el Congreso, en los juzgados, el las fiscalías, en las municipalidades e invade el que hacer de la burocracia a todo nivel. La podemos encontrar en las resoluciones administrativas, en los contratos, en los arrendamientos, en las licitaciones, en los fidecomisos, etc. Prácticamente esta en todas partes.

Ya en Guatemala, lamentablemente, la corrupción se acepta como una intima parte del que hacer en la política y  el gobierno. Afirmar lo contrario, como Ud. lo hace Señor Presidente,  puede llegar a ser ofensivo para la ciudadanía consiente de nuestra situación, ya que algunos lo podemos ver como insulto a nuestra inteligencia.

Quería agregar un comentario sobre los hechos de ayer en el teatro nacional y el tema de Chepe Zamora. La Señora Baldetti no es santa de mi devoción. No viene al caso describir lo que de ella pienso en esta columna.

Sin embargo, querámoslo o no, nos guste o no, la Señora Baldetti es la Vicepresidenta del País. Ese puesto tiene una envergadura de dignataria,  la vicepresidencia, independientemente de quienes ostenten el puesto, por el simple hecho de ser una autoridad electa o una autoridad, merecen un respeto mínimo que no se le esta dando.

 Estoy de acuerdo con lo que Chepe Zamora  a denunciado en El Periódico, más no comparto la forma como lo ha hecho. Todos tenemos derecho a expresar lo que sabemos y sentimos de los funcionarios públicos.  Es más tenemos la obligación de   denunciarlos por sus actos malos y corruptos. A pesar de esto se le debe respetar por el cargo que desempeñan.

Tirarle polvos a la Vicepresidenta en una acto público es un acto en contra de la Señora Baldetti, pero a la vez es un acto en contra de la Vicepresidencia de la República, de la autoridad, que no es lo mismo. No estoy de acuerdo con lo que paso  el día de ayer con la Vicepresidenta y no me gusta el estilo de Chepe Zamora al señalar los desmadres del gobierno.

Se  que muchos no estarán de acuerdo con lo que hoy manifiesto. En el Web de La Hora, en la noticia Polémica por lanzamiento de polvo blanco a Baldetti , Juan Barillas comento: “Qué barbaridad, qué tristeza, que falta de respeto a una persona que está investida como Vicepresidente de la República. Un periodista que se basa en la libertad de expresión para proferir cualquier clase de insultos en contra de los gobernantes ..... una mujer que lanza harina o cal a la Vicepresidente .... hasta donde vamos a llegar?? ..... cuando aprenderemos que debemos respetar a los demás y a las autoridades .... cuando dejaremos de confundir libertad con libertinaje?? .... cuando aprenderemos a ser civilizados??”

Estoy de acuerdo lo afirmado por Don Juan Barrillas. Para mi es claro que Don Juan no esta defendiendo a la Señora Balldeti, él esta defendiendo la Vicepresidencia de la República. Es eso lo que yo estoy tratando de hacer. Sin embargo la ultima vez que revise, los lectores cibernéticos habían calificado este comentario como deficiente 38 veces.

Manifestemos, denunciemos y hagamos saber nuestro repudio a los desmanes de esta o cualquier otra administración, pero hagámoslo respetando el cargo que ostentan los funcionarios y siendo lo más civilizados posibles. Al menos este será mi compromiso.