lunes, 20 de mayo de 2013

Travesuras 130320


Columna: Picando Piedra
Titulo: Travesuras
Autor: Eugenio R. Fernández
Correo: picandopiedragt@gmail.com


El viernes pasado me llamó una amiga muy querida y me dijo: “Ya vi tus travesuras de ayer”.   Se refería a que el día jueves la Asociación Pro Derecho del Contribuyente (ASPRODECO) de la cual formo parte, presentó ante el Ministerio Público denuncias penales en contra altos ex funcionarios y funcionarios actuales de la SAT.

Esta amiga conoce el caso, sin embargo la note algo sorprendida por la denuncia. Otros amigos llamaron para indicarnos que estábamos asumiendo riesgos innecesarios.

La pregunta de fondo es ¿por qué hicimos la denuncia? ¿Qué nos motiva?   Y las razones son varias. Entre ellas es que a los miembros de ASPRODECO nos apasiona el tema tributario. Estamos convencido que la SAT debería de ser una institución tecnócrata, como decir el Banco de Guatemala y no un botín político.   Que esta institución debería actuar parejo para todos y no dar trato preferencial a ninguno y muchos menos exonerar de impuestos a nadie. Que debería tratar dignamente al usuario, contribuyente o tributario.

Creo que es prudente indicar que yo llevé el caso a la Asociación , debido a que he colaborado con una de las instituciones afectadas directamente por las acciones de la SAT; el   Centro de Integración Familiar –CIF-, del cual soy vicepresidente.

Desde que tengo 16 años participaba en actividades organizadas por el Padre Antonio Gómez SJ,  quien fundo y dirigió el CIF- hasta hace un año.     El me casó, bautizó a mis hijos y confirmó a la mayoría de ellos.   Esta institución, poco conocida, ha realizado a lo largo de más de 40 años actividades en apoyo a las familias guatemaltecas y  a las comunidades más necesitadas, principalmente en el departamento de Baja Verapaz.   Miles de personas, año con año, han sido beneficiadas por esta institución en temas de seguridad alimentaria, valores, educación etc. Miles de niños se han visto beneficiados con los proyectos educativos de prevención de riesgos que se imparten en escuelas con alto riesgo en las áreas marginales del Departamento de Guatemala.

En Guatemala hay expertos en encubrir actividades delictivas dándoles apariencia legal, con lo cual dañan a miles de guatemaltecos necesitados sin darse cuenta.   Las acciones de estos funcionarios, al Padre Gómez le recordaban al pasaje bíblico del Mateo 25 (31-46)   y comentaba “los elegidos ignoran su virtud y los reprobados la enormidad de su crimen, verdaderamente ellos no se dan cuenta.” Esta situación tiene que ser denunciada, el gremio de abogados debe poner un alto a esta practica criminal de cuello blanco. Espero dedicarle varias columnas a este tema en particular.

En una oportunidad le prometí al Padre Gómez que haría todo lo que estuviera en mis manos para que el CIF continuara con su labor y pienso cumplir con esa promesa.   No lo hago solo por la gente necesitada, amo este país, a pesar de no ser guatemalteco  También lo hago por  mi familia. ¿Qué Guatemala le dejamos a  nuestros hijos  si permitimos estas injusticias? Si nosotros no actuamos ahora ¿Qué van a tener que hacer ellos para corregir estos desmadres? Si seguimos como los tres monos sabios vamos a perder nuestra libertad, nuestra vida y nuestra alma.

Presento a continuación las pruebas entregadas al MP en contra de los funcionarios

Espero que el nuevo Superintendente y sus respectivos intendentes pidan la mesa limpia de este embrollo y no se dejen embaucar por la gente que continúa dentro de la institución y  es autora intelectual del disfraz y encubrimiento legal de caso especial de defraudación aduanera y otros delito tributarios.    El Ministro Centeno ya se pronunció sobre esto en los medios el año pasado cuando dijo que había que cobrar lo no pagado.   Le pido congruencia con lo señalado y como siempre recordemos que

Guatemala Vale La Pena




Miguel Gutiérrez y su gestión 130313


Columna: Picando Piedra
Titulo: Miguel Gutiérrez y su gestión
Autor: Eugenio R. Fernández
Correo: picandopiedragt@gmail.com


Conocí a Miguel Gutiérrez por primera vez en un almuerzo informal en Fontabella en mayo del año pasado, había sido recién nombrado Superintendente de SAT. La reunión la consiguió un amigo en común y fue cordial. Se la pedí en nombre de la Asociación Pro Derecho del Contribuyente la cual presido,  para ponerlo en aviso sobre el caso de corrupción adentro de la SAT, por la ilegal autorización de una tienda libre de impuestos que opera en el Aeropuerto Internacional la Aurora.  La reunión fue amena, corta y al punto.  Dijo que le echaría un vistazo al asunto para tener claro el panorama.

Tuve otras cuatro reuniones más con él para tratar el mismo tema. Las reuniones fueron deteriórense cada vez más. Yo soy economista como él, cuento además con una maestría en Consultoría Tributaria y en una de las reuniones me cuestionó: -qué podía  saber de leyes yo, si era economista como él-, a lo que respondí que este tema es de sentido común y cualquier persona con sentido común podía emitir juicio al respecto.

El problema es sencillo:  existe un deposito aduanero en el aeropuerto que opera como tienda libre, con autorización de la SAT, lo cual según un fallo de la Corte de Constitucional es inconstitucional. Este deposito vende a personas sin haber nacionalizado las mercancías, las ventas las declara como re-exportación,  lo cual es delito.   Según el  decreto 53-90 es considerado como defraudación aduanera,  el articulo 2 inciso O indica: “Simular la importación, exportación, reexportación o acogerse a cualquier otro régimen u operación aduanera con el fin de obtener beneficios fiscales, tributarios o de cualquier otra índole que otorgue el Estado.”

La SAT a llegado al extremo de ser casi defensores de oficio de esta entidad.  A pesar de estar obligados por ley,  se ha negado a constituirse como querellante, en el proceso que ASPRODECO inicio contra esta entidad. El colmo fue que envió “peritos” a declarar mentiras bajo juramento en este proceso.

Miguel Gutiérrez es muy inteligente. Pero tal vez como me lo dijo una vez un intendente, es algo inmaduro, su inteligencia emocional no es la mejor. Eso lo ha demostrado de varias formas, pero la más obvia ha sido a través de las peleas inútiles que tuvo con el Ministro de Finanzas, mismas que al final le costaron el puesto.  No creo que tuviera la experiencia suficiente para gestionar la SAT, pues  podemos decir que no ha dejado la SAT mejor que como la encontró.

Pero la pregunta de fondo es ¿fue corrupto?  Puedo asegurar que al menos no quiso entrarle al tema del Aeropuerto, todo lo contrario  protegió a la entidad que todos los días defrauda al fisco.  ¿Qué intereses protege? ¿Por qué defendió a una entidad extrajera que no paga impuestos? ¿Por qué se tomó el tiempo una y otra vez  de hablar con el MP para que no se continuaran las pesquisas?  Miguel Gutiérrez no fue quien firmó  la autorización, quien  la firmó fue Rudy Villeda.   Gutiérrez  al no actuar y defender activamente algo que es delito de defraudación aduanera, se vuelve cómplice de todo esto embrollo, al menos incumplió con sus funciones.

Espero que el próximo Superintendente entienda claramente que éste es un problema que va tener que resolver de una vez por todas. Que al tratar de ignorarlo lo convierte en cómplice.

Al Ministerio Publico le doy crédito por haber iniciado las pesquisas,  sin embargo creo que están buscando excusas para no entrarle de frente al problema, ya que buscan una salida técnica para lavarse las manos, cuando saben a ciencia cierta que hay corrupción. Por lo que le solicito a la Doctora Paz y Paz reconozca que éste es el caso más grande de corrupción comprobable que ha existido adentro de la SAT, donde están involucrados de forma activa Superintendentes, media docena de Intendentes y varios funcionarios y exfuncionarios más .  GUATEMALA VALE LA PENA.

Génesis 130306


Hace casi un año el 21 de marzo del 2012 en la mañana, asaltantes a mano armada me robaron mi celular (Iphone) y mi anillo de graduación de la universidad.  Yo iba por la Calzada   Atanasio Tzul.  Tercera vez en 40 días. Muy molesto me dirigí a mi oficina y seguí a los delincuentes por el GPS que tiene el teléfono desde mi computadora. Observé cómo el recorrido de mi celular se detuvo en el Centro Comercial  la Quinta, en la zona 7. Decidí al observar que el celular seguía allí, buscar una radio patrulla  que siempre hay a la vuelta de mi oficina,  ya que allí vive un ministro  para solicitar ayuda e ir a capturar a los delincuentes.

Los policías tienen mala fama pero estos oficiales no dudaron en asistirme. Me subí a la radio patrulla y llegamos  de la zona 10 al Centro Comercial en la zona 7 dentro de un Audi 4. Efectivamente así fue, adentro del carro se encontró toda la indumentaria de motoristas, cascos, capas y hasta identificaciones de mensajeros. Hasta recuperamos mi anillo de graduación de la U. Fueron capturados y los llevamos a consignar a la Torre de Tribunales.

Mi sentimiento fue de misión cumplida. Cumplí mi deber ciudadano y de padre de familia. He sacado a delincuentes de la calle y al menos la ciudad y mis hijos han de estar un poquito más seguros. Ya solo tenía que declarar.

Pero antes tuve que conducir el carro de los delincuentes de la zona 7 a la estación de policía en la 20 calle de la zona 10, de allí tuve que ir a la Torre de Tribunales en el Centro Cívico, llegamos, recuerdo como a las 12:10p.m. Me entero que primero los agentes tiene que ir a una oficina de la PNC para que oficiales  diestros en la escritura  tomen sus declaraciones que a su vez debían presentarse ante el Ministerio Público. Adicionalmente yo tengo que hacer cola para dar declaraciones al MP, paralelamente  muy cerca de mi, los delincuentes que me asaltaron hacen otra cola para ingresar al calabozo. Esto por supuesto en el sótano de la Torre el cual no tiene instalaciones adecuadas, no entra señal de celular, no hay donde comer,  los baños bueno al menos hay, respira uno solo el smog de los carros que entran y salen etc.

Pasaron horas y les pregunté a los oficiales si esto era normal y me contestaron que por ser miércoles estaba “silencio”.  Los fines de semana uno podía ingresar un viernes en la noche y salir el domingo por la madrugada esperando para que le tomen la declaración. Por un momento conté 48 policías haciendo cola por horas. Para mientras se me acerco el abogado de los detenidos para indicarme que desean negociar y compensarme lo que fuera necesario para que yo no declarara. Por supuesto los mande al carajo.

Debido a que solo existe un fiscal que tome las declaraciones para el municipio de Guatemala,  logré dar mi declaración hasta las 8 pm, salí como a las 8:45pm de la Torre de Tribunales. El sistema vuelve a victimizar a la victima por segunda vez. A la semana siguiente voy al MP en Gerona para ver cómo iba el caso. Me dan el audio de la audiencia que se dio ese mismo día a las 11:30 pm, oigo lo que dijo el MP y para mi sorpresa la juez los deja libres bajo una caución, me sentí victima por tercera vez. Le dije al fiscal que no podía ser, que eso era un atropello. Los maleantes se hacen pasar como trabajadores en la USAC y la juez le da más peso a lo que ellos dicen que a la víctima, la policía y las evidencias. ¡A pesar de todo esto Guatemala sigue valiendo la pena!  Continuará.

Introducción Columna 130227

Empiezo hoy un camino que no sé a dónde lleva, parecido a aquellos hippies mochileros que inician un viaje aventurero y no saben  dónde y cómo este pueda acabar. Adelanto que me ha ido mucho mejor con la comunicación verbal que con la escrita. Mi enfoque principal de esta columna no va  a ser lo que todos sabemos, que el sistema político guatemalteco y el Estado son inoperantes e insostenibles en función del pueblo guatemalteco, a quien se debe. Al referirme al pueblo guatemalteco lo hago sin ningún sesgo. El pueblo somos todos los gobernados sin distinción de sexo, clase social, étnica, creencia, ideología etc.

Sabemos que actualmente nos gobiernan ciertos grupos de poder que compiten entre ellos. El gobierno de turno, cualquiera que sea, representado en los tres poderes del Estado: el ejecutivo,  legislativo y  judicial está dominado por estos grupos. Ellos no son hoy en día necesariamente el capital tradicional que ha perdido el poder de antaño. Los grupos de capital “nuevo” luchan por salvaguardar sus intereses particulares sin tomar en cuenta el daño que ocasionan a todos los ciudadanos y a largo plazo a ellos mismos. Estos grupos luchan por pedazos del pastel presupuestario. Afectan a todo un pueblo al controlar cuotas de poder en los sistemas de peso y contrapeso democrático para garantizar que sus intereses nunca se vean afectados. Esto por supuesto destruye el concepto de democracia y crea un Estado fallido para el ciudadano que es quien lo financia. El fin del Estado fallido guatemalteco es uno. Está para que se haga piñata el dinero que el pueblo le entrega en forma de impuestos y por supuesto para proteger esta forma de proceder.

Como consecuencia y en función de este saqueo se destruyen sistemáticamente los sistemas de salud, justica, seguridad, educación etc. La razón por la que estos grupos de poder actúan de esta forma es simple. Es la expresión máxima del egocentrismo. Su sed por acumular riqueza sin importar su procedencia y las consecuencias que esto conlleve son insaciables.Se justifican diciendo que si ellos no son los que roban otros lo harán.

Sin embargo el énfasis de esta columna no será una critica de lo que es obvio y sabido. El énfasis de esta columna nace del dicho “cada pueblo tiene el gobierno que se merece”.  El ciudadano no tiene quien por él, pero es su culpa. Somos miedosos y tenemos miedo a defender nuestros derechos, a exigir, demandar y gritar que se nos respete, que se respete la ley, que se haga justicia y que los burócratas cumplan con su trabajo.

Qué difícil es aceptar esta realidad tan cruda. El pueblo (nosotros) en muchas ocasiones nos comportamos igual a los capos de los grupos de poder. Somos egoístas y afirmamos “si no me afecta qué me importa”. Pero además qué egoístas y tremendamente miedosos somos. Ya que afirmamos que si me quejo me va peor, nos va mal si exigimos, mejor ser como los tres monos sabios afirmamos.

Este miedo nos hace tremendamente desconfiados. Desconfiamos de todo y de todos. Por tanto somos egoístas, miedosos y desconfiados. Es por estas tres razones que merecemos precisamente el gobierno que tenemos.

El miedo ciudadano es tal que los poderosos hacen lo que se les ronca la gana, a sabiendas que el pueblo es extremadamente  miedoso y van a aguantarlo todo.

La combinación nefasta del  egoísmo por un lado y el miedo por otro nos tienen como estamos.

Esta columna irá dirigida en contra de la apatía ciudadana y en apoyo a las acciones que como ciudadanos podemos llevar a cabo para recuperar el Estado de Derecho y que este nos proteja a todos por igual. Espero poder contribuir  en algo con este propósito. Este es un camino que considero puede llegar a ser poco popular y molesto. Pero inicio sin miedo, confiado y con esperanza.