Columna: Picando Piedra
Titulo: Travesuras
Autor: Eugenio R. Fernández
Correo: picandopiedragt@gmail.com
El viernes pasado me llamó una amiga muy querida y me dijo:
“Ya vi tus travesuras de ayer”. Se refería a que el día jueves la Asociación
Pro Derecho del Contribuyente (ASPRODECO) de la cual formo parte, presentó ante
el Ministerio Público denuncias penales en contra altos ex funcionarios y
funcionarios actuales de la SAT.
Esta amiga conoce el caso, sin embargo la note algo
sorprendida por la denuncia. Otros amigos llamaron para indicarnos que
estábamos asumiendo riesgos innecesarios.
La pregunta de fondo es ¿por qué hicimos la denuncia? ¿Qué nos
motiva? Y las razones son varias. Entre
ellas es que a los miembros de ASPRODECO nos apasiona el tema tributario. Estamos
convencido que la SAT debería de ser una institución tecnócrata, como decir el
Banco de Guatemala y no un botín político. Que esta institución debería actuar parejo
para todos y no dar trato preferencial a ninguno y muchos menos exonerar de
impuestos a nadie. Que debería tratar dignamente al usuario, contribuyente o
tributario.
Creo que es prudente indicar que yo llevé el caso a la
Asociación , debido a que he colaborado con una de las instituciones afectadas
directamente por las acciones de la SAT; el
Centro de Integración Familiar –CIF-, del cual soy vicepresidente.
Desde que tengo 16 años participaba en actividades organizadas
por el Padre Antonio Gómez SJ, quien fundo
y dirigió el CIF- hasta hace un año. El me casó, bautizó a mis hijos y confirmó a
la mayoría de ellos. Esta institución,
poco conocida, ha realizado a lo largo de más de 40 años actividades en apoyo a
las familias guatemaltecas y a las
comunidades más necesitadas, principalmente en el departamento de Baja Verapaz.
Miles de personas, año con año, han
sido beneficiadas por esta institución en temas de seguridad alimentaria,
valores, educación etc. Miles de niños se han visto beneficiados con los
proyectos educativos de prevención de riesgos que se imparten en escuelas con
alto riesgo en las áreas marginales del Departamento de Guatemala.
En Guatemala hay expertos en encubrir actividades delictivas
dándoles apariencia legal, con lo cual dañan a miles de guatemaltecos
necesitados sin darse cuenta. Las acciones
de estos funcionarios, al Padre Gómez le recordaban al pasaje bíblico del Mateo
25 (31-46) y comentaba “los elegidos ignoran su virtud y los
reprobados la enormidad de su crimen, verdaderamente
ellos no se dan cuenta.” Esta situación tiene que ser denunciada, el gremio
de abogados debe poner un alto a esta practica criminal de cuello blanco.
Espero dedicarle varias columnas a este tema en particular.
En una oportunidad le prometí al Padre Gómez que haría todo
lo que estuviera en mis manos para que el CIF continuara con su labor y pienso
cumplir con esa promesa. No lo hago solo
por la gente necesitada, amo este país, a pesar de no ser guatemalteco También lo hago por mi familia. ¿Qué Guatemala le dejamos a nuestros hijos si permitimos estas injusticias? Si nosotros
no actuamos ahora ¿Qué van a tener que hacer ellos para corregir estos
desmadres? Si seguimos como los tres monos sabios vamos a perder nuestra
libertad, nuestra vida y nuestra alma.
Presento a continuación las pruebas entregadas al MP en
contra de los funcionarios
denunciados (http://prezi.com/4cclfysh7hkh/pruebas-que-el-mp-tiene-por-denuncia-a-funcionarios-sat/?auth_key=dc2248c380f4b9cef7ef7c7cc100fe7114a0be04&kw=view-4cclfysh7hkh&rc=ref-4238771).
De esta información cada quien puede hacer su propia opinión.
Espero que el nuevo Superintendente y sus respectivos intendentes
pidan la mesa limpia de este embrollo y no se dejen embaucar por la gente que continúa
dentro de la institución y es autora
intelectual del disfraz y encubrimiento legal de caso especial de defraudación
aduanera y otros delito tributarios. El Ministro Centeno ya se pronunció sobre
esto en los medios el año pasado cuando dijo que había que cobrar lo no pagado.
Le pido congruencia con lo señalado y como
siempre recordemos que
Guatemala Vale La Pena